.
acaba de entrar una sombra.
se sienta.
teclea.
empieza a desmoronarse en el monitor.
nunca busca a su lado.
ni una mirada.
mucho menos una sonrisa.
esa sombra aun tiene nombre.
y mucha personalidad.
pero le falta lo primordial:
las agallas para matar a quien le dio vida.
miércoles, junio 23, 2004
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